Descripción
El autor juega con las imágenes del fuego, para presentarlo como símbolo del amor de Dios: llama que quema; cauterio que cicatriza; lámpara que alumbra; y, finalmente, como ardor amoroso. Sólo la llama del Espíritu Santo puede llevar al hombre a amar por encima de lo que es y tiene.
Editorial: Editorial Santa Teresa
Páginas: 162
Medidas: Ancho: 13.5 cm Alto: 21 cm
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